El caso es que Punky desplegaba sus artes adorables y terminaba ganando el corazón de un viejo huraño y malhumorado hasta el punto de que el viejo al final la adoptaba. Menos mal que la cadena de abandonos se paró en ella, y no dejó tirado a su fiel perro Brandon. Lo raro es que después de algo así ella siguiera siendo tan pizpireta. El ambiente entre la afición y el club pasó a ser de máxima tensión al ver que el equipo no reaccionaba y que ni el club, ni los jugadores, ni el técnico, equipacion chelsea 2023 ni su máximo accionista tomaban ninguna medida para evitar el desastre.